(@PinoCalad) Queiroz se traiciona a sí mismo en el planteamiento: su 4-3-3 no generaba fútbol, pero al menos pretendía ser seguro con un 5 y dos interiores; hoy le apostó a un 4-4-2 sin marca (pero otra vez sin fútbol) y Ecuador nos aplastó. ¿Su solución? La de siempre: 4 arriba y a meter. https://twitter.com/pinocalad/status/1328818831721193481?s=21
Ahora si extrañan al Bolillo Gomez? Con el Bolillo Colombia estaría jugando bonito, con esa identidad futbolística con la que se caracterizaba. Con ese fútbol lírico, poético, de posesión total, con ese tú me la pasas, yo te la paso, tú me la devuelves, yo te la devuelvo. No con ese futbol feo y sin gracia que Queiroz heredó de Pekerman.